miércoles, 20 de agosto de 2008

EL LUCRO QUE DEFIENDE LA MINISTRA


Dolores Cautivo y Sergio Reyes


Cuando la ministra Jiménez defiende el lucro en la educación, sabe muy bien de lo que habla, ya que la Corporación sostenedora que encabezaba hasta acceder a su cargo recibió más de mil millones en un año. Instalar colegios para niños de bajos recursos parece ser uno de los más lucrativos negocios del neoliberalismo chilensis, así parecen haberlo entendido algunos ex ministros del ramo, que luego de abandonar el edificio de Alameda, se han ido derecho a poner en práctica sus jugosas aptitudes educativas.


Hasta allí todo bien, cada quien invierte en lo que quiere, pero lo cuestionable es que por una parte tales negocios se hacen con platas del Estado y por otra, que el producto de esta mera transacción comercial es probadamente deficiente.


La ministra Jiménez hizo el recorrido a la inversa -aunque su hermano y socio en materias educativas, Jorge Jiménez, sí fue ministro de Aylwin pero en la cartera de salud- siendo Asistente Social y Académica, Mónica Jiménez, fundó junto a otros la Corporación Participa, dedicada según declara “a la promoción de valores democráticos” y de la cual fue directora ejecutiva y presidenta entre 1989 y 2006.


Esta institución tomó a su cargo el Liceo Polivalente de La Pintana, en la que se imparten diversas carreras técnicas y que según la propia Jiménez, aspira “a mejorar las oportunidades” para los jóvenes de la comuna preparándolos para ingresar al mundo del trabajo.

Más tarde en el 2001 y a partir de “Participa”, se crea una segunda corporación a la que denominan “Aprender”, que dos años después se hace también del Liceo Técnico Esteban Kemeny Hornas, ubicado en la popular población La Victoria, de Pedro Aguirre Cerda.Mientras que su más reciente adquisición es el Centro Educacional Sagrado Corazón de Lo Espejo, con cursos de primero básico a cuarto medio y también cursos vespertinos. Además realizan “consultorías y servicios”.


Entre los “socios” de la actual Ministra en el negocio educacional se cuenta al ex ministro de Educación, Sergio Molina Silva, quien asume como presidente y es además Vice-presidente Banco del Desarrollo; Mariana Aylwin, también ex secretaria de Estado y los integrantes del directorio Jorge Cisternas Larenas, presidente de la Constructora Bío Bío y Mario Pavón Robinson, Gerente General de SONDA. Sí, la misma del Transantiago.

Lo sorprendente, es que a pesar de que a pocas semanas de nombrada impactó a la comunidad escolar culpando a los profesores por los bajos resultados del SIMCE, los resultados de mediciones académicas en los establecimientos dependientes de la Corporación “Aprender” y de cuyos proyectos educativos es responsable Jiménez (incluyendo la posibilidad de contratar a “buenos” o “malos” profesores) son tan alarmantemente deficientes como en el resto de los colegios particulares subvencionados y municipales hechos para niños pobres.

En el caso del cuarto básico del Polivalente de La Pintana, cuya formación ha estado desde kinder bajo la administración de esta corporación, no sólo está 13 puntos debajo del promedio nacional comparado con otros de su misma condición socioeconómica, sino además en vez de mejorar empeora año a año. Situación similar sucede en los otros colegios de la sostenedora.


En cuánto a la PSU, el promedio del puntaje obtenido por los pocos alumnos que rinden la prueba no les alcanza siquiera para postular a una universidad del consejo de rectores y demás está decir que el acceso a una universidad privada es imposible de soñar para un estudiante que proviene de un hogar de ingresos bajos o medios bajos, sectores que atiende la entidad sostenedora fundada y comandada por la actual ministra.


El vil dinero

La ministra de Educación, Mónica Jiménez, hace poco y en medio del acalorado debate en torno a la imposición de la LGE, pidió terminar con la discusión sobre el lucro en la enseñanza, porque "históricamente en Chile ha existido provisión mixta de educación", es decir privada, particular subvencionada y municipalizada.

"Es imposible que a una institución privada que se ha planteado prestar un servicio uno le diga que tiene que ser sin lucro", por lo que ese concepto "ni siquiera hay que discutirlo", fue la tajante opinión de la secretaria de Estado entregada a los medios de comunicación y seguramente detrás de tan categóricas afirmaciones hay argumentos de peso que ella conoce bien en su rol de sostenedora.


Jiménez de la Jara, integró en su calidad de Rectora de la Universidad Católica de Temuco el Consejo Asesor Presidencial para la Educación Superior (CAPESUP).

En esta instancia de “diálogo” los consejeros con mandato de estudiantes, profesores y académicos plantearon “inadecuado admitir la provisión con fines de lucro, en particular en los establecimientos que reciben algún tipo de financiamiento estatal, directo o indirecto”.


Según el informe final del CAPESUP: “sostienen estos miembros del Consejo, debe ser impartida por instituciones cuyo fin sea el desarrollo de un proyecto educativo en el que se reinviertan la totalidad de los excedentes que la labor educativa genere”. Pese a ello la entonces rectora prefirió sumarse a la opinión del bloque de los sostenedores y empresarios que validaba el lucro en la educación.


En el informe ello quedó redactado así: “ha de permitirse la existencia de entidades con fines de lucro y sin él. Estos Consejeros estiman que las prácticas comparadas muestran que ese diseño es posible y, bien regulado, puede ser beneficioso si se lo somete a mayores y mejores niveles de regulación de los hasta ahora existentes”.

Quienes se oponen al lucro, sostienen que los paupérrimos resultados de los establecimientos subvencionados para pobres, incluyendo a los administrados por la ministra demuestran que no es así y que por el contrario, cuando el aporte de los apoderados no es suficiente para sacar la “tajada” del sostenedor, ésta se arrebata raspando la olla de la ya insuficiente subvención en detrimento de la calidad.


El balance 2006 de la Corporación, que entonces tenía sólo dos colegios, impartiendo cursos básicos y medios, arroja ingresos por casi mil millones de pesos, de los cuales más de la mitad proviene del Estado, mientras que otra parte está compuesta por donaciones empresariales y una cifra cercana a 65 millones por el financiamiento compartido, o sea proviene de la mensualidad de los apoderados.

Llama la atención que con una cifra tan abultada de ingresos adicionales, sus resultados no sean superiores a los de escuelas municipales de las comunas en las que están insertos los establecimientos. Pero más aún llama la atención que entre las actividades del Centro de Padres y Apoderados, se consignen algunas para “la construcción de estantes para la implementación de salas temáticas y la compra de implementos deportivos”, necesidades que claramente deberían estar cubiertas por el sostenedor.


La vergüenza de la ministra

En visita a terreno, la Ministra de Educación Mónica Jiménez fue consultada por una periodista de Radio Nuevo Mundo, sobre el destino de los colegios que están en categoría C. Todo esto ha propósito del programa de televisión Informe Especial que develó el escandaloso negociado de los sostenedores a costa de la mala educación de los niños y jóvenes chilenos.

La consulta periodística dejó en vergüenza a la secretaria de Estado, que simplemente no supo de qué se le preguntaba. Éste es el dialogo entre la periodista y quien guía los destinos de la educación chilena.


-Ministra ¿Qué va a pasar con los más de 5 mil establecimientos que están en categoría C?

-Usted se refiere aaaaahh, se refiere ahhhhh, a la subvención escolar preferencial ¿ahhh a qué”?


- Ministra, se califica en categoría A, B o C a los establecimientos subvencionados según cumplen las normas que están establecidas en las leyes que debe regular el ministerio de Educación. Cuando es C, es porque tienen graves irregularidades y hoy en Chile existen más de 5 mil establecimientos que están en esa condición. ¿Qué pasará con estos establecimientos que están en esa condición?

- Bueno, eehhh, lo tenemos que trabajar, lo que estamos tratando de hacer son dos cosas. Planes de mejoramientos y sanciones. Es decir, muchas veces eeeehhhh, puede haber, muchas veces que irregularidades se produzcan por ignorancia, no por una mala dijéramos ehhhhhhhhh intención aaahh, entonces tiene que venir el apoyo para que ellos puedan perfeccionar, ahora si las personas reinciden en los errores dijéramos, después de haber recibido el apoyo, tienen que ser sancionados eeeehhh incluso tienen eeeehhh puede queeeee la nueva legislación establece que se cierran esos establecimientos y que entre o sea, entra un administrador provisorio que se hace cargo por un período de tiempo del establecimiento, porque eso habla ya (que) el administrador que existe no es un administrador, que tenga las competencias para realizarlo, eso está en la nueva legislación.


El legado de la ministra en la UC Temuco

Cuando los trabajadores y estudiantes de la Universidad Católica de Temuco se enteraron que Mónica Jiménez, hasta entonces rectora de ese plantel universitario, encabezaría la reforma educacional que todo Chile exige y que estalló con la llamada “Revolución Pingüina”, presumieron que nada bueno se podía esperar para el futuro.

Esto porque el rostro que conocieron de Jiménez fue el de una académica conservadora y represiva, que hizo insostenibles las relaciones entre estudiantes y rectoría y cuyo acto culmine de convivencia universitaria fue expulsar a 26 alumnos, tras la toma del campus central.

Esta es una carta llegada a nuestro semanario y que refleja el clima de odiosidad que dejó Jiménez a su paso por la Novena Región.


“Yo soy un trabajador asustado por las reiteradas amenazas de las que hemos sido objeto desde que asumió este rector Alberto Vásquez Tapia quien se ha transformado en el rector de la represión y el miedo en la UCT.

Como trabajador de la Universidad Católica de Temuco UCT, deseo expresar mis preocupaciones que me afectan y que afectan a muchos trabajadores auxiliares, docentes y administrativos en el último tiempo, desde que llegó a la Universidad, Mónica Jiménez de la Jara, se inició un clima poco sano y muy represivo.

El encargado de poner en marcha esta situación de represión al interior de nuestra universidad había sido el brazo derecho de la ex rectora. Este habría creado un sistema de espionaje y control por medio de cámaras de vigilancia, y habría ejercido la peor prepotencia que haya habido nunca en esta universidad, ni siquiera en los peores tiempos de la dictadura militar.

Esta "alta autoridad" de la UCT sería conocido por su prepotencia en especial contra las mujeres trabajadoras, a muchas les habría dado un trato denigrante y la rectora lo premiaba llevándolo a dar conferencias al extranjero.

Valdés viajó a muchos países con Jiménez de la Jara dando conferencias sobre el éxito y la calidad del proyecto educativo de la UCT y desde que asumió el nuevo rector es el encargado de todo del personal y de las infraestructuras de la UCT.


Alguien dispuso nuevas cámaras y sofisticados equipos de vigilancia por todas partes. Un directivo es conocido en la universidad por su aversión a los estudiantes. Incluso se habla que alguien tomaba fotografías a los estudiantes que se consideraban peligrosos. Se le acusa a Valdés, Nass y el segundo de a bordo, el docente Peña, de tener amedrentados a todos los trabajadores.

El clima de miedo es generalizado, a los auxiliares se les ha amenazado con despedirlos si no cumplen funciones de espiar en contra de los estudiantes y de los profesores.

Esta semana el propio rector se ha parado a la entrada del Campus San Francisco y junto a su círculo de hierro y han amenazado no solo a estudiantes sino también a los docentes y administrativos... ¡el clima de inseguridad es total!


La Universidad había contratado hace unos meses una empresa para resguardar los Campus, ahora se ha contratado una segunda empresa, hay dos empresas de vigilancia funcionando al mismo tiempo. La última son gentes muy extrañas todos parecen militares.

Cuando Bachelet nombró a Jiménez de la Jara de ministra muchos respiramos y pensamos que el siguiente no podía ser peor, pero nos equivocamos.


Semanas después de la salida de Jiménez, nos enteramos que ella lo primero que hizo como rectora habría sido asignarse un sueldo mensual de 9 millones y medio de pesos líquido, mientras despedían a otros muchos trabajadores por reducción de presupuesto que no ganaban mas de doscientos mil pesos, sus allegados tendrían sueldos de más de cuatro millones de pesos. Bakovic, privatizó todo lo que encontró a su paso para reducir los gastos de la universidad que supuestamente no alcanzaban.


El actual rector, que ni pega ni corta, y los mismos directores seguirán ganando sumas que son fuera de toda lógica, ganan mas que los parlamentarios ¿Existe alguna autoridad de gobierno que pueda controlar estos sueldos con aportes del estado ya que la UCT es una Universidad subvencionada con aportes del consejo de rectores?

Hoy a las once de la mañana, el rector ordenó a todos los profesores y empleados salir a impedir la toma del Campus San Francisco, amenazó que sería despedido el que se negara a salir al patio: más de un centenar de docentes y administrativos salió al patio, a los auxiliares ya los tenían ahí y todos fuimos testigos presenciales de cómo Valdés intentaba agredir a los estudiantes que portaban sillas para colocarlas en la entrada.

Valdés estaba protegido por matones contratados, de la última empresa de seguridad contratada, los que agredieron a algunos estudiantes hasta que un grupo trató de calmar los ánimos tomando una manguera y arrojándole agua al enfurecido y a sus matones.


Los estudiantes burlándose le gritaban "llegó el guanaco", mientras lo mojaban. La gravedad es de tal magnitud que ha quedado en evidencia que lo que Valdés y el Rector intentaron crear, tal vez sin intención, un enfrentamiento entre los estudiantes y los docentes y administrativos.

Los trabajadores si bien cumplimos la orden de salir al patio nos quedamos atónitos mirando las escenas que propiciaban los altos directores de la universidad protegidos por el grupo de matones y guardias. Después de los hechos ocurridos esta mañana la UCT ya no volverá a ser la misma.

Los responsables de este grave incidente el rector Alberto Vásquez Tapia, Nass, Valdes, Peña, y el decano de ingeniería deben salir de la Universidad.

¿Y nuestro señor Obispo?... ¡Bien Gracias!, ni se entera de nada, pero tendrá que hacerlo y sacar de la universidad a este rector y sus matones.

Los hechos ocurridos esta mañana en la Universidad Católica de Temuco son de una degradación jamás vista en una universidad chilena en democracia. Este es el gran legado que nos dejo Mónica Jiménez de la Jara, actual Ministra de Educación. Dios Salve a la Universidad.


Breve historia de la Corporación Aprender

El Colegio Polivalente de la Pintana y la Corporación Educacional Aprender nacen prácticamente juntas para dar inicio a un buen negocio en la educación.

Estos eran los sueños que siempre tuvo Mónica Jiménez de la Jara y que por fin, junto a otros empresarios comenzaba a materializarse. El sistema que permite el lucro en la educación era altamente efectivo y había que aprovecharlo.

Es así que Jorge Cisternas Larenas, un empresario de la construcción donó un terreno a la Corporación Participa, de la cual Jiménez de la Jara fue su Directora Ejecutiva y luego presidenta, más el aporte que hicieron otros empresarios, se da inicio a la construcción del colegio en el año 1997.

En ese entonces la hoy Ministra de Educación, Mónica Jiménez de la Jara, recibió el terreno y se encargó personalmente de la construcción del establecimiento.


Desde sus inicios, la Corporación Participa recibió los donativos de personas y empresas por cantidades monetarias importantes, ya que se sabía que los réditos serían económicamente inmensos dado el sector en que se construía el colegio. Un sector pobre y con muchos niños que necesariamente deben a ir a colegios públicos y subvencionados.

Todo nuevo aporte económico servía para financiar los gastos de operación del colegio y de sus sostenedores que eran, por cierto, los más elevados.

Curiosa y estratégicamente este sueño empresarial iba creciendo y todos los dueños de la educación, entre ellos Jiménez de la Jara, asumieron que era necesario crear otra corporación para gestionar en mejor forma los recursos. Así nace la Corporación Educacional Aprender.

El sistema económico y político neoliberal permite y profundiza la destrucción de la educación pública de calidad y crea las condiciones necesarias para que los sostenedores puedan crecer junto a su negocio sin entregar una educación realmente de calidad y así lo demuestran las estadísticas.


Hoy vemos que el directorio de la Corporación Aprender está compuesto por ex ministros de Estado ligados a grandes holding internacionales.


Encabeza el directorio su presidente Sergio Molina Silva, quien es Vicepresidente del Banco del Desarrollo, y ex ministro de Educación, en la dirección ejecutiva está ni más ni menos que Mariana Aylwin Oyarzún, también ex ministra de Educación. En el directorio aparecen los siguientes nombres Sergio Avalos Vázquez, profesor Colegio San Ignacio El Bosque, Jorge Cisternas Larenas Presidente Constructora Bío Bío, Fernán Ibáñez Alvarellos Presidente Profinde, director de empresas, Miguel Luis Leonvendagar V. Gerente general de Redbank, Mario Pavón Robinson, Gerente general de Sonda, Jorge Jiménez de la Jara, Profesor de Salud Pública de la Universidad Católica y hermano de la Ministra de Educación.

Pareciera ser que tras abandonar el “servicio público”, el mejor negocio es participar como sostenedores de colegios en sectores carenciados.


Hoy, la educación pública prácticamente no llega a estos sectores y son los empresarios de la educación los que aprovechan las carencias y bondades del sistema.

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