viernes, 29 de agosto de 2008

LA EDUCACIÓN PÚBLICA SE CAE A PEDAZOS


La crisis de la educación es la crisis de la sociedad y el capitalismo


Pedro Albornoz, Corresponsal Periodico Correo Semanal.

29 de agosto del 2008.



El derrumbe de un túnel subterráneo, con decenas de estudiantes heridos, ocurrido el día de ayer en el Liceo de Aplicación de Santiago; resume dramáticamente la situación de profunda crisis de la educación pública chilena, denunciada por estudiantes, profesores y apoderados; pero negada por el gobierno.


Tras más de 20 años de políticas neoliberales, desde Pinochet hasta Bachelet, el derecho a una educación de calidad no ha estado garantizado constitucionalmente; en cambio si lo esta el derecho a propiedad, a la enseñanza y a la libre empresa. El 2006 un intento de modificación a este artículo fue rechazado por los parlamentarios de Derecha y por algunos de la Concertación (Ver Opech).

La realidad de la educación se ha vuelto un teatro del absurdo que se cae literalmente a pedazos; donde domina la sinrazón sobre la razón; el negocio de los sostenedores y poderosos de siempre, por sobre nuestro derecho a educarnos, a forjarnos una vida y futuro dignos de vivirse.


La crisis de la sociedad y del mercado

La derecha y la concertación, que han defendido los intereses de los empresarios, que son sus mismos intereses; nada han hecho para resolver los problemas de fondo de la educación pública, de la salud, de la previsión, etc, etc… Tuvieron que movilizarse millones de estudiantes el 2006 para evidenciar la triste realidad del sistema educativo: que existen estudiantes de primera y segunda categoría, según puedas pagar.


Como se ha demostrado numerosas veces, esta educación es funcional al sistema económico imperante, el capitalismo; pues condena a la amplia mayoría de los jóvenes a ser futura mano de obra barata para seguir produciendo más ganancias a los empresarios, todo en nombre del “desarrollo del país” y la “democracia de los acuerdos”.


Hace falta una aclaración, los empresarios como: Angelini, Luksic, Piñera, Claro y Edwards; dueños de casi todo, prefieren llamar graciosamente “sistema de libre mercado” a su sistema, suena mejor, más democrático…porque capitalismo suena a ganancia, a explotación...los complica, los desnuda. Por eso a través de sus empleados en sus colegios y universidades; en sus medios de prensa y televisión…nos “enseñan” de pequeños que criticar al sistema es malo, que solo es de “políticos” y “terroristas revolucionarios” sin remedio.


El secreto de la “democracia” o el mundo al revés

Enfrentar la verdad de los hechos siempre complica cuado se vive de apariencias. La sociedad capitalista chilena vive llena de apariencias y engaños. La apariencia de desarrollo y éxito económico, mientras se pagan salarios miserables y aumenta vergonzosamente la desigualdad entre ricos y pobres; la apariencia de democracia ciudadana mientras se reprime y censura a los estudiantes, profesores y a trabajadores en huelga. Se militarizan las comunidades mapuche, se les reprime y culpa de ser “terroristas” por impulsar la recuperación de SUS TIERRAS ancestrales, usurpadas por el estado chileno y ahora ocupadas por grandes empresarios y forestales, todos protegidos por escuadrones del GOPE… pagados por el fisco, por todos los trabajadores.


El “crecimiento del país” va a parar a los bolsillos de unos pocos millonarios empresarios y bancarios. Se privatizan los caminos, el agua, la luz, nuestros recursos naturales, para que la inversión privada sea finalmente superada con ganancias por el bolsillo de la población a través de las alzas permanentes en las cuentas. El llamado transporte “público” es privado, y cuando se subvenciona el pasaje en Santiago y regiones, los que ganan millones a fin de cuentas son los mismos empresarios que ofrecen un servicio deficiente. La ministra de educación es una sostenedora que dice defender la educación pública, en fin, el diablo vendiendo cruces…o el mundo al revés.


El gobierno y la mayoría de los parlamentarios quieren aprobar la LGE y probablemente lo harán, pues como se sabe, muchos de ellos son dueños de colegios o miembros de Directorios de Universidades (Ver Opech).No lo han hecho aún solo por las movilizaciones de estudiantes y profesores; y por temor a perder votos en las próximas elecciones.


Por eso, los poderosos de siempre, los representantes de la derecha y la concertación no se preocuparon mucho con el derrumbe en el Aplicación, pues no tienen a sus hijos allí…sino en caros colegios privados. A ellos no les preocupan mucho las largas esperas en la atención de Salud Pública…porque se atienden en lujosas clínicas. No les preocupa mucho el alza de todo, ellos se reajustan en un minuto sus millonarios sueldos en el parlamento,¡¡y cuanto demoran en subir míseros 15 mil pesos al salario mínimo!!

Este es el secreto mejor guardado de la “actual democracia”: el gobierno de unos pocos poderosos en nombre de la mayoría de jóvenes y trabajadores. La población, generalmente desinformada y desorganizada, a lo más tiene el derecho de elegir, cada ciertos años, a otro representante de derecha o la concertación, que lo siga engañando como presidente, parlamentario o concejal.


Los estudiantes vencerán solo con el apoyo concreto de los trabajadores y una huelga general que paralice el país

Es momento de decir basta a todo este engaño, para ello debemos dejar atrás las falsas ilusiones que aún existen. Nada podemos esperar del gobierno y la concertación; nada fundamental lograrán los estudiantes movilizándose solos; la lucha por cambiar la educación es política, enfrentamos poderosos intereses económicos que controlan el gobierno, parlamento y las leyes; y por último, es imposible realizar un cambio profundo en la educación sin apuntar al corazón del problema, el sistema capitalista.


El gobierno y la derecha han logrado, por ahora, aislar y frenar al moviendo estudiantil, es momento de aprender de nuestros avances y derrotas. Es urgente recomponer el movimiento y ampliarlo, sumando al resto de la población. Ya no basta con marchas o protestas, hay que formar amplias coordinadoras de lucha con sindicatos, comandos de pobladores y plantear demandas más amplias y urgentes, como: el congelamiento de precios de todos los productos básicos y el transporte; exigir un aumento del salario mínimo a 250 mil pesos mensuales y plantear el retiro de la LGE para elaborar un nuevo proyecto educativo con las propuestas de estudiantes, profesores y apoderados.


Sólo ampliando las coordinadoras y asambleas, integrando al resto de la población con sus demandas podremos fortalecernos para las luchas que vendrán inevitablemente. Es un camino arduo y largo, pero es el único, no hay atajos mágicos. Al igual que muchos estudiantes, los trabajadores necesitan aprender por la experiencia que sus intereses deben defenderlos en las calles, organizándose y movilizándose masivamente. Esto aún no lo comprenden muchos jóvenes, ni tampoco la amplia mayoría del movimiento de trabajadores, todavía desorganizado e ignorante de su enorme fuerza.


De esta manera, al calor de la lucha, ganaremos la confianza y apoyo necesarios para llamar a una huelga general de 24 horas en defensa de nuestros intereses, contra las políticas neoliberales del gobierno y la derecha. Solo con millones movilizados y paralizando el país, podremos decir basta es BASTA.


El sistema educativo de mercado se esta cayendo literalmente a pedazos, como toda la fachada de este sistema; sólo los jóvenes y trabajadores en lucha terminaremos de botarlo, avanzando así en la transformación revolucionaria de la sociedad.

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